Paro Nacional en Colombia: El miedo, el arma para combatirlo
Paro Nacional en Colombia
Colombia entra en Paro Nacional, como forma de protesta contra el gobierno de Iván Duque. Tras su inicio, rumores de saqueos generalizados provocan miedo en la población y se decretó toque de queda en Bogotá y otras ciudades del país. ¿Qué provocó la ola de pánico?
CONTEXTO LATINOAMERICANO
Latinoamérica arde y todos hemos escuchado noticias al respecto. Como en Chile y Ecuador, los ciudadanos se convocaron para movilizarse lo que llevo al país a entrar en Paro Nacional en Colombia, como forma de protesta contra el gobierno de Iván Duque. Tras su inicio, rumores de saqueos generalizados provocaron miedo en la población y se decretó toque de queda en Bogotá y otras ciudades del país.
¿A QUÉ SE DEBE EL PARO?
El Paro Nacional en Colombia, convocado por diferentes sectores, gremios y líderes en todo el territorio nacional, tuvo su jornada inaugural el 21 de noviembre del 2019. La convocatoria pretendía establecer la posibilidad de una protesta social masiva y pacífica, que permitiera a los ciudadanos manifestarse contra diferentes problemáticas que atraviesa el país: la imposición de políticas propuestas por el gobierno de Iván Duque -como la posibilidad de una reforma laboral y pensional y la toma de decisiones contra el medio ambiente-, el asesinato de líderes sociales e indígenas, y algunos aspectos relacionados con la educación. Todas estas situaciones frente a las que el gobierno en ejercicio no habría respondido de manera adecuada.
Las protestas contra el gobierno del presidente Iván Duque se desarrollaron de manera pacífica pero, horas después, una ola de terror inundó distintos puntos del país. ¿Fue acaso el miedo una forma de atacar la protesta social en Colombia?
¿QUÉ PROVOCÓ LA OLA DE PÁNICO?
Culminadas las marchas, anuncios de supuestas alteraciones del orden público se tomaron las redes, esparciéndose sin ningún filtro como una enfermedad y generando una inesperada ola de terror que sacudió a varias ciudades del país. Toques de queda en Bogotá y otras ciudades fueron declarados y fuerza policial y militar fue desplegada en las principales ciudades del país, intentando contener a un enemigo informe y desconocido.
Como un virus psicológico, fragmentos de vídeos y audios -la mayoría de origen desconocido- circulaban por whatsapp y redes sociales: recreaban un escenario apocalíptico y de anarquía en el que cualquier ciudadano -su familia y sus bienes- estaba en peligro severo, ante las amenazas directas de saqueos en establecimientos comerciales, casas y departamentos de familias.
En el contexto del paro nacional en Colombia en las ciudades de Cali y Bogotá, el pánico se apoderó de los hogares. Por las mismas redes sociales empezaron a circular imágenes de vecinos armándose con lo que tenían a mano: palos, escobas, pero también pistolas y fusiles. Todos preparándose para enfrentar a un enemigo confuso que se acercaba con la noche.
¿QUÉ ES “LA ESTRATEGIA DEL MIEDO”?
«La estrategia del miedo es uno de los recursos de manipulación más añejos de la política (…) un intento de las fuerzas del poder para controlarte al hacer referencia a valores esenciales: tu vida, tu integridad física y la de tu familia, tus bienes, tu trabajo y seguridad», explica Luis G. Hernández, periodista mexicano, en el canal de Youtube Rompeviento TV.
La generación de miedo a partir de los grupos marginalizados de la sociedad es una estrategia que crea confusión entre los ciudadanos y materializa a un supuesto enemigo común. Según testimonio de un comerciante de armas no letales en Bogotá las ventas se dispararon el día después del paro: “En defensa personal se subió la venta demasiado (…) las armas traumáticas parecían que las estuviéramos regalando; todo el mundo deme una, dos, tres”, afirmó Daniel Laguna (comerciante bogotano).
¿CÓMO SE ORIGINÓ ESTA CAMPAÑA DE MIEDO CONTRA EL PARO NACIONAL EN COLOMBIA?
El origen de esta campaña de pánico se puede detectar en las redes semanas antes del paro. Grupos auto-proclamados como resistencia civil antidisturbios difundieron videos en los que invitaban a defenderse del vandalismo del paro nacional. Además, trinos alarmistas de miembros del partido de gobierno, el Centro Democrático, legitimaron de manera irresponsable esta campaña de miedo.
#Atención Ciudadanos: Hay órdenes de los promotores de la violencia, de ocupar todos los conjuntos, saquear y destrozar vehículos y motocicletas. Deben organizarse en las entradas, buscar elementos de defensa y rodear a los vigilantes, mientras llega la policía.
María Fernanda Cabal – Senadora por el Centro Democrático.
Urge legislación que facilite a todos tenencia de armas de fuego para defender familias, hogares y negocios frente a ataques de criminales y vándalos…Ojo : tenencia y no porte ni transporte!! La defensa propia es un derecho fundamental!!
Alfredo Rangel – Ex senador del centro democrático.
¿QUÉ EFECTOS TUVO LA OLA DE TERROR CONTRA EL PARO NACIONAL EN COLOMBIA?
Debido a la ola de terror, el sentido y las reivindicaciones de la marcha y el paro nacional quedaron en un segundo plano ante un eventual panorama de anarquía. Esta perspectiva fue retomada en la retórica de la alocución presidencial, realizada el 22 de noviembre, un día después del paro. El gobierno de Iván Duque se enfocó en el caos público y en la seguridad ciudadana. Minimizó así los reclamos que gran parte de la sociedad colombiana hace a su breve pero controvertido mandato.
Pero lo que los promotores de la campaña de miedo, y desprestigio hacia la movilización social, no esperaban era toparse con otra realidad: la ciudadanía en Colombia y Latinoamérica está tomando su lugar, está uniendo su voz. Y hoy, a casi tres semanas de su inicio, el paro sigue vivo y ha tomado cientos de formas: cacerolazos, marchas, manifestaciones artísticas. La razón de esta continuidad es que existen razones de peso para exigirle fuerte al gobierno colombiano por el cumplimiento de los compromisos adquiridos para con sus ciudadanos. Uno de ellos: cumplir con la misión de dar continuidad al proceso de paz que tanto esfuerzo le costó alcanzar al país.
Sin embargo, la lista de peticiones es larga y la lucha del pueblo colombiano apenas comienza.